El primero es de1967 y lleva como nombre CLAROS DE LA RIOJA.
Lo promueve la sociedad ATORSAN al frente de la cual estaban Vicente Saenz de Pipaón, Fidel Ruiz Río, Bernabé y Pablo Arrieta Gracia, y Fernando Arrieta San Miguel.
Lo diseña el arquitecto Fidel Ruiz Río
Se aprueba inicialmente el 26 de agosto de 1967 y en 1979 se aprueba definitivamente la delimitación del polígono. En 1985 el Plan General anula todo lo tramitado previamente.
Tiene número de expediente 106/1967 y su contenido es digno de un estudio detallado. Urbanísticamente muestra ya los prolegómenos del urbanismo de autovías y paquetes, que en este caso pretendía colarse a través de su tramitación como Centro de Interés Turístico Nacional (!)
En la documentación fotográfica del Plan se muestran ya unos desmontes efectuados en una de las laderas.
Pero a tenor de un telegrama y un requerimiento de respeto a las ruinas de la fortaleza del alto del Monte Corvo, lo que parece seguro es que las palas también se llevaron todo lo que pudiera haber allí.
Se llegó a construir un apartamento piloto (!) con paneles prefabricados del que hice una foto a finales de los años ochenta:
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Justo cuando estallaba la burbuja inmobiliaria, en el 2008, y los responsables del PP del Ayuntamiento y los del Gobierno Autonómico empezaban a llevarse mal, el Gobierno y el IRVI anunciaban a bombo una Ecociudad en Montecorvo diseñada nada menos que por el equipo holandés MVRVD
Los avatares políticos y hasta judiciales pueden seguirse por las noticias que en aquella época empezaban a colgarse en internet.
Por ejemplo, la presentación del proyecto por la Consejera y arquitecta Aranzazu Vallejo.
O la paralización definitiva del proyecto vía judicial.
Y por entre medio, las denuncias de los grupos políticos opositores, etc.
A nivel arquitectónico las infografías y hasta vídeos de la así llamada Ecociudad son de vergüenza ajena y síntoma del servilismo de los grandes despachos a la así llamada cultura urbanística de los pelotazos siempre apoyados en las campañas de prensa, por lo que no merecen la más mínima consideración. Solo de ver esa especie de tenia solitaria desparramada entre molinos y placas solares como propuesta de ciudad, te produce dolor de tripas.
Aquí una vergonzosa muestra de por dónde anda eso que los periódicos llaman la arquitectura "más prestigiosa":