El Plan Parcial Siete Infantes de Lara lo contrata en 1992 el Ayuntamiento de Logroño, presidido entonces por el socialista Manuel Saínz Ochoa, con el arquitecto madrileño Rafael Saiz Fraile.
Yo no soy localista en casi nada y menos en protestar porque las decisiones urbanísticas sobre la ciudad las tengan que tomar gente de fuera. De hecho, siempre he pensado que lo mejor que nos podría pasar es que los políticos que gobernaran nuestro ayuntamiento fueran alemanes. Pero no sé por qué, en eso no hay forma de dejar de ser localistas. Un alcalde bávaro y un arquitecto de Logroño se me antojan mucho mejor equipo para hacer nuestra ciudad que un alcalde riojano y un arquitecto de Madrid. En fin. Sigamos.
En el Plan Comarcal, la zona estaba calificada como industrial. Pero en el Plan de 1985 ya se anuncia para las empresas el advenimiento del pelotazo urbanístico. La delimitación del sector tuvo sus más y sus menos, con sentencias incluso que dejaban fuera del plan algunos terrenos que argumentaron ser urbanos. De las 31,1 Ha. iniciales del plan se pasó a 27,2 Ha (exp de modificación 141/94).
En el plan general de 1985 (imagen de arriba) aún no había rotondas, pero enseguida aparecieron sobre la circunvalación las rotondas con la calle Pradoviejo y con la calle Portillejo:
Como proceso imparable e incomparable, la aparición de rotondas acabó por ser el leit motiv del plan del madrileño: una rotonda que adornada posteriormente con una ñ, se convertiría poco menos que en la bandera de la ciudad donde todo logroñés que se precie iría a hacerse una foto de grupo:
Como ya decíamos al ver el plan de Río Cava I, el trozo de parque o jardín que se creó en medio de los dos paquetes residenciales debió de dar pie a las almas del plan (fueran políticos, funcionarios municipales o arquitectos madrileños) a pensar en una especie de gran diagonal verde que nos acabara llevando entre setos y parterres hasta el mismísimo parque de la Grajera.
La gran manzana de Residencial San Adrián se quedó fuera del Plan, seguramente porque en la zonificación del plano de arriba se le ve con un rayado más parecido al de Pradoviejo que al punteado de Siete Infantes, así que lo trataremos como un paquete aparte.
El Plan Parcial Siete Infantes de Lara fue aprobado inicialmente el 3 de junio de 1993 y definitivamente el 9 de septiembre del mismo año. Está el expediente 141/1992 del archivo.
Justo a la vez que se redactaba el Plan, el Ayuntamiento de Manuel Saínz encargó a los arquitectos afincados riojanos (o afincados en Logroño) Miguel Angel Prieto y Juan Carlos Merino, el Proyecto de Expropiación (exp 143/1992)
El documento refundido cuya portada vemos en la foto superior es de octubre de 1993, es decir, al mes siguiente de la aprobación definitiva. Pero lo más curioso de esta historia es que mientras que el Plan Parcial ocupa en el archivo una tradicional carpeta de proyecto de arquitectura, el expediente de expropiación está metido en nada menos que diez cajas grandes de cartón. Evidentemente, el urbanismo había dejado de ser un tema de diseño de la ciudad para convertirse en una enorme acumulación de papel y burocracia típicamente kafkiana.
La propia memoria del Plan Parcial es ajena a la exposición de cualquier razón de diseño y abunda en aquel urbanismo de los aprovechamientos medios y trasvases entre sectores de los trozos del pastel inmobiliario que vino a ocupar todos los desvelos del cerebro gris del urbanismo logroñés.
Siguiendo el orden de las manzanas que hemos numerado más arriba vamos a ir viendo a continuación quienes fueron los artífices de la arquitectura que siguió a tantísimo esfuerzo planificador y luego, si acaso, volveremos a corregir esta introducción con más datos o reflexiones para nuestra historia del urbanismo local.
Omitimos por piedad hacia el lector (y hacia el autor de este relato) la larga lista de Modificaciones del Plan y Estudios de Detalle (ocho en cada caso) que casi tuvo que hacer y tramitar cada arquitecto para el trozo de manzana que le tocó en suerte. El lector interesado los podrá encontrar en el Indice del Planeamiento que dejaron redactado los arquitectos municipales en febrero del 2005.
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La urbanización del parque y del polígono, realizada entre 1994 y 1998 es diseño del arquitecto municipal Rafael Alcoceba y del ingeniero JJ Gil Barco (PLR 8 p 70 y 90).
